viernes, 7 de diciembre de 2018

Mentes brillantes, seres humanos extraordinarios



Es la primera mujer veterinaria en el Perú en poseer una patente de invención, ha sido  nombrada la veterinaria del año por el Colegio Veterinario del Perú, habla cinco idiomas, ocupó el primer lugar de su promoción en la universidad, es exbecaria de Jica (Japón).  Recientemente, su empresa Bioservice, ha ganado el Reconocimiento anual del producto patentado con éxito en la comercialización, que otorga Inecopi y la Ompi, pero ella es la modestia personificada. Ysabel Koga Yanagui, nacida en Barrios Altos, como lo cuenta orgullosa, revela con sencillez y naturalidad sus humildes orígenes hasta sus importantes logros, bueno en realidad estos últimos los destaca Robert, su esposo, porque ella prefiere la discreción y el perfil bajo. Pero, una científica peruana de su nivel merece toda nuestra atención, porque sus aportes a la ciencia y la ecología demuestran que nacer con limitaciones económicas en la vida no define quién te traces ser y alcanzar en lo personal y profesional.
Ysabel y Robert están casados hace casi treinta años, fueron enamorados desde que estudiaban Medicina Veterinaria en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y han construido un hogar que bien puede ser referente de respeto, amor y fe. He aquí su historia.
Creamos Bioservice en 1996, es un laboratorio cuya finalidad es dar un diagnóstico veterinario y proporcionar un servicio profesional y de alta calidad. Nosotros nos complementamos porque a mí me encanta el laboratorio y Robert ama el márquetin, las ventas, trabajar con los clientes. En realidad en Perú no hay muchos laboratorios nacionales que hagan el trabajo de dar diagnóstico veterinario
Inicialmente nos enrumbamos al rubro avícola, aves domésticas gallinas ponedoras que dan los huevos y gallinas reproductoras que reemplazan a las antiguas, trabajamos con empresas que crían aves, luego vimos que podíamos además, dar servicio de salud pública y ayudar a mejorar la calidad de lo que consumimos, es así que damos servicio de análisis toxicológico, es decir hallar toxinas en insumos que vamos a comer, por ejemplo en galletas, sacha inchi, fideos, maca, camu camu, etcétera, que las empresas que las comercian y exportan nos solicitan. Por ejemplo, de una tonelada de productos, nosotros tomamos muestras las llevamos al laboratorio y analizamos si hay o no toxinas, pueden haber microbios (salmonella, por ejemplo) y estos producen toxinas, el microorganismo muere pero ya liberó la toxina.

Ysabel y Robert se conocen desde que ingresaron a la universidad, ambos ocuparon el primer puesto en sus respectivos colegios, Robert en el Colegio Nacional Mixto  Tupac Amaru, de Villa María del Triunfo, e Ysabel en el Angélica Palma, de La Victoria. Asimismo, ella ocupó el primer puesto de toda su promoción de Medicina Veterinaria en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Dos cerebros peruanos que hacen empresa en Perú, que contratan personal peruano, que lo capacitan y que generan empleo, generan industria, salud pública con conciencia social, ambiental y ecológica.
Ahora que hemos ganado el premio de la patente tenemos que trabajar más porque el peruano muchas veces no cree en otro peruano. Cuando ganamos la patente yo dije a quienes nos lo otorgaron además de colgarlo en una pared ¿nos va a servir comercialmente? Más para un beneficio de imagen, cuando postulamos para vender al Estado, a este no le importa, solo quiere productos baratos. Nosotros somos una mype, pagamos impuestos, tenemos más de cien empleados, contribuimos con nuestra patria, nos hemos ganado a pulso nuestro espacio, considero que el Estado debería valorar eso al momento de elegir empresas que le den servicios diversos, enfatiza Robert.
Por cierto ¿a qué llamamos patente?
Una patente es una protección para un invento, porque una invención es crear algo que no existe en ningún lado, y lo patentas para que nadie te lo quite y si se copian está penado, pero la restricción es que solo la patente vale en el país donde la  asientas,  explica Ysabel.
Como Bioservice tenemos cuatro patentes: la primera es una vacuna para aves, la segunda es un aditivo que se añade al alimento de las aves, el tercero es un insecticida biológico que lo puedes usar en cualquier ambiente, animal, industrias, etcétera y el último es el desinfectante a base de insumos naturales. Al principio, nada nos fue fácil, la primera patente nos tomó siete años elaborarla, la segunda cinco, la tercera cuatro, han sido años de arduo trabajo pero con muchas satisfacciones. En  Perú las patentes no nos han dado mucho rédito económico pero en el extranjero nos sirve como imagen y prueba de la calidad de nuestro trabajo, alguien que tiene patentes “pesa” en el extranjero, especialmente ahora que estamos exportando a Bolivia, Guatemala y Panamá.
Reconocimiento de Indecopi
Este premio tiene cinco años de haber sido creado, explica Ysabel, y se llama Reconocimiento anual del producto patentado con éxito en la comercialización, es decir si has vendido ese producto en forma exitosa. Este año por primera vez ha sido una convocatoria abierta para todo el Perú porque los años anteriores eran elecciones direccionadas, pero ahora hemos concursado con todo el Perú en todos los rubros que hay.
Asimismo, Inedcopi nos ha premiado por ser una empresa innovadora, tenemos reconocimiento de Inacal por procesos de diagnóstico a nivel molecular y de toxicología, Bioservice está acreditado por Inacal con apoyo de Finsip que es una entidad extranjera. Nuestra alma mater la Universidad Nacional Mayor de San Marcos nos felicitó en el marco de los cincuenta años de creación de la Facultad de Medicina Veterinaria de San Marcos
Cabe resaltar que el reconocimiento reciente de Indecopi se suma al hecho de que años atrás, la tesis de maestría en negocios internacionales de Robert, que consistió en producir un “aditivo para aves retirando químicos y utilizando productos peruanos como uña de gato, maca, camu camu y yacón” y que se convirtió en patente, figura entre las diez mejores patentes de todos los años en Perú y está incluida en un libro de mejores patentes la Biblioteca del Indecopi así como en la Biblioteca Mundial de Patentes, en Suiza.
Si me preguntasen cuál ha sido el mayor reto de mi carrera como científica fue hacer la vacuna contra la hepatitis para pollos, fue una investigación espectacular hace veintitrés años y que nos ha permitido consolidarnos como empresa.

De cuna modesta pero con cerebros de oro
Nosotros no nacimos en cuna de oro, Robert proviene de Villa María del Triunfo y yo nací en Barrios Altos, luego con mi familia nos mudamos al Callao, viví en una “zona brava” jajajaja, revela Ysabel. Tenía dieciocho años y estaba terminando el primer ciclo cuando mi padre murió repentinamente, pero antes él había traspasado una tienda que teníamos pero el nuevo dueño, que tenía relaciones paralelas, falleció antes de concretar todo el traspaso y una de sus “parejas” que tomó el control de los negocios, se negó a pagarle a mi padre, nos quedamos sin nada.
Sin recursos para continuar, me enteré que podía postular al crédito educativo que da la Asociación Peruano Japonesa, en realidad solo habían dos cupos para el préstamo educativo, y yo obtuve uno, fue realmente algo de Dios, porque había casi cien postulantes. Al concluir mi carrera lo devolví todo sin intereses. Luego, Fui a Japón becada dos veces, la primera fue en 1988 y me quedé 1 año, esa vez fue una beca prefectural. La segunda fue en el 2001 y duró diez meses, esta fue por el Jica. Con el dinero de la beca viví, ahorré y traje equipos de la más avanzada tecnología y me quedó efectivo que me sirvió para invertirlo. Sucede que soy muy metódica, amo disfrutar de la vida, pero no me gusta gastarme todo porque sé lo que es quedarse en nada, lo viví y aprendí de esa lección.
Ysabel y Robert se apoyan, se aman, se acompañan y admiran
Robert respira sereno y evoca: Cuando estudiaba en la universidad, los viernes, sábados y domingos trabajaba en una panadería en las madrugadas para poder costearme los pasajes, libros y la universidad, que si bien es del Estado sí nos cobraba por determinados trámites. Trabajar ahí me daba plata para mi familia y para mí, provengo de Villa María del Triunfo, he palpado la pobreza, sé lo que es acostarse muchas noches sin comer, con lágrimas de hambre, pero siempre supe que solo estudiando superaría mis limitaciones.
Somos cinco hermanos, mi padre era policía, mi madre ama de casa, mis hermanos y yo, todos somos profesionales: mi hermano mayor es neonatólogo, el que me sigue es general de la policía, mi hermano menor trabaja conmigo en Bioservice y mi única hermana mujer ya fallecida fue maestra, lo que prueba una vez más que nada tiene que ver de dónde vienes sino hasta dónde quieres llegar, enfatiza Robert.
Tiempo atrás leí un frase que resume todo mi matrimonio “Elige a la mejor persona para ser feliz”, y yo lo hice, elegí a Ysabel, fue mi primera enamorada, mi primera en todo y es mi compañera, ella llena mi mundo, no necesito a nadie más. Ciertamente, tenemos nuestros momentos tensos porque Ysa me pide que no trabaje tanto, que ya hemos alcanzado un nivel y un punto de equilibrio en que tenemos satisfacciones en todo lo que nos trazamos como meta cuando nos casamos, pero yo amo mi trabajo, pero cedo porque sé que eso la hace feliz.
De vacaciones, disfrutando de la vida
Ysabel interviene y explica: Nos unen el amor y los valores. Cuando fuimos jóvenes luchamos mucho, pero también hay que reconocer que hoy estás y mañana no, por eso hay que disfrutar de la vida, los dos hemos llegado lejos, tenemos la empresa, tenemos estabilidad, nuestro hijo ha terminado la universidad y ya nos ayuda, yo le pido a él que no se aferre tanto al trabajo porque le digo ‘aunque tú no estés el trabajo va a seguir’, por ejemplo yo programo las vacaciones porque si por él fuera solo sería todo trabajo y también necesitamos relajarnos, yo planeo todo pero siento que él se deja llevar y me gustaría que él tuviera más entusiasmo, así como adora su trabajo que adore las vacaciones también.
Claves para una relación feliz
Ysabel es clara: Oídos sordos, capacidad de aguante, paciencia, ‘resignación’ jajajaja. Hace muchos años con Robert decidimos que el dinero no gobierne nuestras vidas.
Robert: Ysabel me ha enseñado a administrarlo, a ahorrar, ser metódico, esas virtudes de mi esposa las he hecho parte de mi vida, nosotros disfrutamos nuestro caminar, no esperamos tener tal o cual cosas para ser felices, ya somos felices y a nuestro hijo lo hemos criado así, él disfruta la vida con nosotros, desde que tiene tres años viaja con nosotros todas las vacaciones.
Siempre juntos, siempre felices
Ysabel: nosotros le contamos a nuestro hijo de nuestros orígenes, ciertamente él ha nacido en un hogar más estable económicamente que el que Robert y yo tuvimos, pero jamás olvidamos de dónde venimos y se lo decimos a él para que valore, siempre en actitud positiva, porque él puede tener muchas cosas materiales, pero lo fundamental es que nos tenemos como familia, es nuestro amor lo mejor de nuestras vidas.
En tiempos de relaciones “fusibles” cómo vencer a las tentaciones
Robert: Somos cuatro varones y una hermana mujer y cuando terminamos la secundaria  mi hermana salió embarazada y fue madre soltera, el padre de mi sobrina solo la reconoció y jamás regresó a verla o hacerse cargo de ella, y yo sufrí con mi hermana toda esa experiencia que marcó mi vida, y aunque mi padre crió a mi sobrina como si fuera su hija, la vida de mi hermana nunca fue igual. Esa vivencia me dio dolor pero también la claridad de que mis valores me dicen que yo elegí a Ysabel, la quiero solo a ella y a nadie más, al respetarme a mí respeto mi hogar. No soy perfecto, pero sé lo que quiero.
Ysabel: Todo lo que somos y tenemos se lo debemos a Dios, somos una familia con una profunda fe y cuando nuestro hijo siendo un bebé de seis meses estuvo a punto de morir le prometimos Dios que si Sebastían sobrevivía nos convertiríamos en un instrumento de su infinito poder y así ha sido y será por siempre, todo lo alcanzado es gracias a nuestra fe y nuestro trabajo.
Dar para recibir
Con el paso de los años nos hemos orientado al servicio y ayuda a los demás, explica Ysabel, porque no se trata solamente de hacer productos para ganar plata, sino en nuestro caso, lo que producimos lo hacemos con menos químicos, son productos naturales que contaminan cada vez menos y por lo tanto contribuyen a impulsar la buena salud de animales y humanos, estamos muy involucrados en la esencia ecológica, preservar el planeta, siempre pensamos en el bienestar no solo presente sin para el futuro.
La vida les puso obstáculos pero ellos los superaron, su presente no siempre fue excelente pero ellos no desistieron de concretar sus sueños. Intuyeron, y luego comprobaron, como buenos científicos que son, que nacer pobre no significa ser pobre siempre, que estudiando y trazándose metas alcanzarían sus más acariciados sueños.
Estamos saturados de ver las más macabras noticias, que no deben ser ignoradas sin duda, pero bien vale invertir tiempo leyendo historias de vida que inspiran y motivan a mejorar, de peruanos tenaces y triunfadores que avanzan siempre, que son paradigmas de valores y trabajo honesto. Ysabel y Robert poseen mentes  brillantes y corazones de oro.



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