(Publicado
en Facebook el 5 de marzo de 2017)
Al caminar por la
calles de Krefeld, Kolonia, Markischer Kreis, Halver, Essen o Dusseldorf
claramente observo que a la calle, a las tiendas y a los centros comerciales
salen todos, ni la discapacidad física o mental, ni la edad, especialmente,
impiden que la gente disfrute de tomar un café, helados, almorzar o simplemente
recorrer tiendas. Este panorama me invita a reflexionar y arribar a mi modesta
conclusión de que se marchita y aísla quien quiere, que se pueden crear grupos
de amigos o gente con intereses comunes, que el mundo es grande y cabemos
todos, que como sociedad todos merecemos un espacio y debemos saberlo
conservar.
Asimismo, la
maravillosa convivencia entre el hombre y el animal doméstico es una práctica
que debe masificarse porque una sociedad realmente avanzada en su calidad
humana se define por cómo trata a sus niños, ancianos y mascotas. Restaurantes,
cafés y bares reciben a los comensales con sus respectivos perros, mascotas que
se comportan excelente.
Las sociedades las
constituimos los ciudadanos, que sean avanzadas en lo político, económico y
sobre todo humano depende de nosotros. No existen sociedades perfectas, pero sí
pueblos que trabajan en su progreso constante, combatiendo precisamente,
corrupción, delitos y problemas que afecten su desarrollo, ellos cumplen sus
normas y saben ejercer sus derechos ciudadanos.
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