Al Karma no puedes engañarlo, no puedes "sacarle la vuelta", no puedes evitarlo, tarde o temprano llegará firme y sereno a pasarte la factura por todas tus acciones: las infames, las bondadosas, las amorosas, las crueles, para todas tiene la respuesta correcta, la sanción respectiva, sin excesos, sin desbordes, con equidad.
Dar con amor, sin miedo y sin condición, simplemente por el gozo de compartir lo que se tiene para que quien amamos sea feliz, y ahí sentir la alegría de dar es algo sublime. Empero, recibir el golpe o la traición de quienes amamos: familia, pareja, amigos entristece, decepciona y lacera, pero no nos aferremos a la vana y plana idea de responder mal con mal, no nos desgastemos pensando en la mejor forma de hacerlo padecer "que sufra mucho pero que nunca muera" sentencia un criollo y sabio vals, absurda idea pensar que podremos hacer más que el eficaz Karma que en el momento oportuno, sereno y taimado llegará para ajusticiar a quien corresponda como se debe, solo se nos pide prudencia y paciencia que es un árbol de raíces amargas pero de frutos dulces.
Nada endulza más el alma y aquieta el espíritu que olvidar el mal recibido, hacerse uno con la paz y vivir sin bultos en el corazón que le impiden latir con la fuerza y la intensidad del deseo de vivir mejor, es posible no digamos lo contrario si aún ni lo hemos intentado. No conozco a nadie que odia o que vive resentido que sea feliz, pero sí sé de quienes decidimos perdonar y olvidar para nuestro beneficio, más allá si el objeto de nuestro dolor se entera o no, lo esencial es que nosotros vivamos libres de cargas que nada aportan y cierran el paso a vidas plenas, como sea que nos dé la gana de vivirlas, pero en paz.
Atentos a lo que damos porque de ello se derivará lo que recibamos. No seamos "buenos" o "bondadosos" por temor o para quedar bien ante los demás, porque engañarás al mundo entero pero a tu conciencia jamás, ella te conoce perfectamente. Mi amada Melita siempre me decía "haz lo que sientas, lo que te nazca", simple, sabio y complicado porque si lo que te nace es bueno, la cosecha se pinta similar, pero en caso contrario puedes detenerte y rectificar porque mientras hay vida nunca es tarde.
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