En tiempos en que se
valora más la ropa que al ser humano que la viste, en que “el tener” pretende
imperar sobre “el ser”, en tiempos en que se promueven “repudios” como forma de
imponer una verdad, en tiempos en que dar sin esperar parece una utopía, Pintando Sonrisas, organización civil
sin ánimo de lucro entrega su tiempo, recursos y sobre todo sus más nobles
sentimientos a una población muchas veces olvidada: los adultos mayores.
Isabel Rengifo,
administradora de empresas y directora fundadora de este proyecto, dialoga con
ideaspalabrastextos acerca de la experiencia de trabajar con esta población
albergada en asilos y cuán enriquecedor es desarrollar actividades que elevan
la calidad de vida de los ancianos y por increíble que parezca, son los
voluntarios quienes salen fortalecidos integralmente luego de involucrarse en
el proyecto.
Lo mío es la gente
Tengo
más de diez años de experiencia en recursos humanos, mi base profesional es la
administración de empresas, amo trabajar con la gente ¿cómo empezó Pintando Sonrisas?, desde
niña siempre tuve el sueño de implementar una casa de ancianos donde pueda
recibirlos y acogerlos pues durante mi infancia empecé a hacer voluntariado con
personas con discapacidad física, dado que mi madre y mi tía, que era
discapacitada, me llevaban a visitar un albergue donde además de personas con
habilidades diferentes, vivían ancianos.
Recuerdo
que en 2012 vi un reportaje en un canal
de televisión acerca del asilo Canevaro, entonces tomé contacto con el
periodista que hizo la nota y me facilitó los datos que me acercaron a este
lugar. Allí, escuchar cada historia me conmovió profundamente, entonces decidí
ayudarlos con algo concreto y la directora del albergue me contó que lo que
necesitaban con urgencia eran pinturas porque estaban terminando de construir
un nuevo pabellón.
Realicé
dos actividades y con los fondos recaudados adquirí las pinturas y las doné,
luego visité el nuevo pabellón y todo lo donado fue muy bien utilizado, a partir
de ese momento nuestras visitas fueron constantes y los albergados nos recibían
con mucho cariño, desde ahí el nombre de la organización: Pintando Sonrisas.
Actualmente,
en el staff de PS somos seis, pero voluntarios fijos somos veinte y los que han
pasado por el proyecto son casi ochocientos voluntarios en estos seis años de
trabajo, no todos se quedan porque el trabajo con adultos mayores no es
sencillo. Inicialmente, el contacto con el adulto mayor se hace a través de
diversas actividades que realizamos por ejemplo pintar, les explicamos lo que
pretendemos hacer con amor y paciencia. Inicialmente, íbamos sin una
preparación previa, solo con buena voluntad y entusiasmo, pero esto ha ido cambiando,
en beneficio de nuestra población objetivo.
Como
parte de nuestra labor voluntaria visitamos tres asilos: el Comedor San Martín en el
Cercado de Lima, el Asilo San Lucas y el Asilo La Sagrada Familia en el Rimac,
vamos una vez por mes a cada asilo, y a partir de este año 2019 planteamos desarrollar "Cumpliendo sus Sueños", proyecto que comprende 160 sueños que los adultos mayores han escrito y que este año los queremos
hacer realidad. Actualmente estamos en el proceso de clasificar los sueños por nivel de complejidad
y costos. Vamos a compartirlos en nuestra página de Facebook para que la gente los vea y
se interese por hacerlos realidad para felicidad de los adultos mayores.
Bienvenida la ayuda
En
Pintando Sonrisas tenemos diversas estrategias para recolectar fondos. Por
ejemplo, el año pasado hicimos un concierto con Jhonatan Rojas, hemos hecho
rifas, y en la reciente Navidad hicimos una campaña a través de la cual las
personas tenían dos opciones para ayudar: nos podían donar víveres o aportar setenta
soles. A partir de este año buscaremos donantes recurrentes, es decir ellos
deciden cuánto dar al proyecto cada mes.
Buenas acciones con
base en objetivos claros
Inicialmente
hacíamos acompañamiento y asistencialismo y también llevábamos shows, pero la experiencia
enseña que es importante que los adultos mayores se mantengan activos y
participen, entonces, a partir del tercer año y ya con un equipo de voluntarios
más grande decidimos hacer actividades que potencien sus habilidades
cognitivas, físicas sociales y emocionales como por ejemplo talleres de
pintura, hacer ejercicios de memoria, bailar con un fin terapéutico. Es importante precisar que a través de los talleres estimulamos las habilidades motoras finas, para ello requerimos materiales como crayolas, plastilina, colores, plumones, hojas bond, tizas porque las usamos en cartulinas para que sientan diversas texturas. Nuestro objetivo principal es dar calidad de vida, concienciar a la población acerca de los adultos mayores, conocer sus necesidades y cómo tratarlos adecuadamente. Actualmente, nuestra nuestros beneficiaros directos son 160 adultos
mayores.
Recientemente,
AFP Integra nos convocó para hacer un voluntariado corporativo con sus
colaboradores que benefició directamente a 260 adultos mayores que viven en
Manchay. Primero, capacitamos a los colaboradores, armamos el programa de
actividades, compartimos desde el desayuno y el almuerzo con los adultos
mayores. Como organización, Pintando Sonrisas les dio todo el soporte técnico y
logístico, fue sin duda una jornada de enriquecimiento y fortalecimiento mutuo. Cabe resaltar que hacer voluntariado permite potenciar y desarrollar habilidades, ayuda a ser un mejor profesional, pero sobre todo, ayuda a ser una mejor persona.
Proyectos y metas
Que
Pintando Sonrisas extienda su radio de acción a provincias, pues intuyo que la
situación debe ser más dura que en la capital. La idea siempre es ayudar más,
sensibilizar más, educar más a la población para la comprensión y el respeto al
adulto mayor. Cuando evoco qué experiencias han marcado mi caminar en este
proyecto, recuerdo que en 2018 en el asilo San Lucas que es el más necesitado
porque tiene mayor número de ancianos postrados en cama dependientes, pero había
un señor que caminaba, se comunicaba muy bien, estaba en buen estado y al mes siguiente
cuando regresamos nos dijeron que había fallecido, eso nos afectó muchísimo.
Muchos adultos mayores albergados en estos asilos están completamente solos,
algunos tienen familia pero no los visitan. Pero, por otro lado, en una oportunidad,
también en San Lucas, había una anciana que vivía postrada en una cama y luego de un tiempo en que la visitamos e interactuamos con ella, un día al llegar
la encontramos sentada e incorporada departiendo y participando con el grupo, lo cual nos regocijó mucho. Los albergados ahora ya nos
conocen y esperan, al inicio nos miraban “de reojo” pero actualmente hay empatía y
mucho cariño.
Amor sanador
Recientemente,
una voluntaria nueva me contó que una de la señoras que visitamos le comentó que
Pintando Sonrisas le había salvado la vida, que ella era mujer muy triste y
hasta había pensado en el suicidio, sin embargo la ilusión de saber que los
voluntarios de PS La visitan periódicamente, la escuchan, le dan tiempo y
afecto, la hace muy feliz, creo que el impacto que generamos en ellos es muy
positivo
En
la pasada Navidad realizamos tres actividades en simultáneo con la presencia
del Papa Noel en cada una, para beneplácito de los albergados. Posteriormente,
muchos voluntarios que apoyan estos eventos comentaron las expresiones de
felicidad de los adultos mayores, gozaron, rieron y fueron “visibles” en estas
fechas tan significativas para todos.
Con respecto a cómo ser voluntario en Pintando Sonrisas, empezamos el
voluntariado regular en febrero, pero en mayo iniciaremos el voluntariado
profesional, mediante el cual los postulantes recibirán una capacitación de
doce horas, durante tres sesiones, acerca de cómo tratar a los adultos mayores,
desterrar estereotipos, prejuicios y expresiones peyorativas así como conocer
el contenido de la Ley de la Persona Adulta Mayor (Ley n.° 30490) para luego
trabajar con ellos en los asilos a los que acudimos.
Parece
increíble, pero nosotros como voluntarios somos los beneficiados con tanto
cariño que nos dan los adultos mayores que nos reciben en los asilos que
visitamos, porque el amor con el que los tratamos propicia que conecten con
nosotros, que surja la empatía. Asimismo, considero que esta es una oportunidad
para reflexionar e invocar a que tratemos bien a nuestros adultos mayores, si
tienen abuelitos cuídenlos, engríanlos, apapáchenlos porque puede ser que
mañana ya no estén, no minimizarlos, descalificarlos o pensar que son una
carga, hay que tener empatía porque ellos, más allá de su edad, son capaces de
hacer muchas cosa, muchos tejen o hacen artesanías y las venden, entonces no
son seres inútiles sino todo lo contrario.
Ciertamente, los adultos
mayores constituyen un grupo vulnerable en nuestro país por el cual hay mucho
por hacer, que si bien es cierto tienen un marco legal que los ampara, la
realidad plasma una situación desventajosa para ellos. Sin embargo, seres
humanos nobles y que buscan mejorar la calidad de vida de la sociedad construyendo,
proponiendo soluciones, extendiendo una mano solidaria, y no destruyendo, dan
vida en entidades como Pintando Sonrisas que exhibe avances interesantes pero
que con el entusiasmo y la perseverancia que evidencian, buscan proveer de
mejores condiciones de vida y alegría de cientos de “cabecitas blancas” quienes
jubilosos esperan sus vistas. Toda acción y espacio es bueno para mejorar como
sociedad.
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