viernes, 4 de enero de 2019

PINTANDO SONRISAS: AMOR Y VOCACIÓN POR ELEVAR LA CALIDAD DE VIDA DE LOS ADULTOS MAYORES



En tiempos en que se valora más la ropa que al ser humano que la viste, en que “el tener” pretende imperar sobre “el ser”, en tiempos en que se promueven “repudios” como forma de imponer una verdad, en tiempos en que dar sin esperar parece una utopía, Pintando Sonrisas, organización civil sin ánimo de lucro entrega su tiempo, recursos y sobre todo sus más nobles sentimientos a una población muchas veces olvidada: los adultos mayores.
Isabel Rengifo, administradora de empresas y directora fundadora de este proyecto, dialoga con ideaspalabrastextos acerca de la experiencia de trabajar con esta población albergada en asilos y cuán enriquecedor es desarrollar actividades que elevan la calidad de vida de los ancianos y por increíble que parezca, son los voluntarios quienes salen fortalecidos integralmente luego de involucrarse en el proyecto.
Lo mío es la gente
Tengo más de diez años de experiencia en recursos humanos, mi base profesional es la administración de empresas, amo trabajar con la gente ¿cómo empezó Pintando Sonrisas?, desde niña siempre tuve el sueño de implementar una casa de ancianos donde pueda recibirlos y acogerlos pues durante mi infancia empecé a hacer voluntariado con personas con discapacidad física, dado que mi madre y mi tía, que era discapacitada, me llevaban a visitar un albergue donde además de personas con habilidades diferentes, vivían ancianos.

Recuerdo que en  2012 vi un reportaje en un canal de televisión acerca del asilo Canevaro, entonces tomé contacto con el periodista que hizo la nota y me facilitó los datos que me acercaron a este lugar. Allí, escuchar cada historia me conmovió profundamente, entonces decidí ayudarlos con algo concreto y la directora del albergue me contó que lo que necesitaban con urgencia eran pinturas porque estaban terminando de construir un nuevo pabellón.
Realicé dos actividades y con los fondos recaudados adquirí las pinturas y las doné, luego visité el nuevo pabellón y todo lo donado fue muy bien utilizado, a partir de ese momento nuestras visitas fueron constantes y los albergados nos recibían con mucho cariño, desde ahí el nombre de la organización: Pintando Sonrisas.
Actualmente, en el staff de PS somos seis, pero voluntarios fijos somos veinte y los que han pasado por el proyecto son casi ochocientos voluntarios en estos seis años de trabajo, no todos se quedan porque el trabajo con adultos mayores no es sencillo. Inicialmente, el contacto con el adulto mayor se hace a través de diversas actividades que realizamos por ejemplo pintar, les explicamos lo que pretendemos hacer con amor y paciencia. Inicialmente, íbamos sin una preparación previa, solo con buena voluntad y entusiasmo, pero esto ha ido cambiando, en beneficio de nuestra población objetivo.
Como parte de nuestra labor voluntaria visitamos tres asilos: el Comedor San Martín en el Cercado de Lima, el Asilo San Lucas y el Asilo La Sagrada Familia en el Rimac, vamos una vez por mes a cada asilo, y a partir de este año 2019 planteamos desarrollar "Cumpliendo sus Sueños", proyecto que comprende 160 sueños que los adultos mayores han escrito y que este año los queremos hacer realidad. Actualmente estamos en el proceso de clasificar los sueños por nivel de complejidad y costos. Vamos a compartirlos en nuestra página de Facebook para que la gente los vea y se interese por hacerlos realidad para felicidad de los adultos mayores.
Bienvenida la ayuda
En Pintando Sonrisas tenemos diversas estrategias para recolectar fondos. Por ejemplo, el año pasado hicimos un concierto con Jhonatan Rojas, hemos hecho rifas, y en la reciente Navidad hicimos una campaña a través de la cual las personas tenían dos opciones para ayudar: nos podían donar víveres o aportar setenta soles. A partir de este año buscaremos donantes recurrentes, es decir ellos deciden cuánto dar al proyecto cada mes.
Buenas acciones con base en objetivos claros
Inicialmente hacíamos acompañamiento y asistencialismo y también llevábamos shows, pero la experiencia enseña que es importante que los adultos mayores se mantengan activos y participen, entonces, a partir del tercer año y ya con un equipo de voluntarios más grande decidimos hacer actividades que potencien sus habilidades cognitivas, físicas sociales y emocionales como por ejemplo talleres de pintura, hacer ejercicios de memoria, bailar con un fin terapéutico.  Es importante precisar que a través de los talleres estimulamos las habilidades motoras finas, para ello requerimos materiales como crayolas, plastilina, colores, plumones, hojas bond, tizas porque las usamos en cartulinas para que sientan diversas texturas. Nuestro objetivo principal es dar calidad de vida, concienciar a la población acerca de los adultos mayores, conocer sus necesidades y cómo tratarlos adecuadamente. Actualmente, nuestra nuestros beneficiaros directos son 160 adultos mayores.
Recientemente, AFP Integra nos convocó para hacer un voluntariado corporativo con sus colaboradores que benefició directamente a 260 adultos mayores que viven en Manchay. Primero, capacitamos a los colaboradores, armamos el programa de actividades, compartimos desde el desayuno y el almuerzo con los adultos mayores. Como organización, Pintando Sonrisas les dio todo el soporte técnico y logístico, fue sin duda una jornada de enriquecimiento y fortalecimiento mutuoCabe resaltar que hacer voluntariado permite potenciar y desarrollar habilidades, ayuda a ser un mejor profesional, pero sobre todo, ayuda a ser una mejor persona.

Proyectos y metas
Que Pintando Sonrisas extienda su radio de acción a provincias, pues intuyo que la situación debe ser más dura que en la capital. La idea siempre es ayudar más, sensibilizar más, educar más a la población para la comprensión y el respeto al adulto mayor. Cuando evoco qué experiencias han marcado mi caminar en este proyecto, recuerdo que en 2018 en el asilo San Lucas que es el más necesitado porque tiene mayor número de ancianos postrados en cama dependientes, pero había un señor que caminaba, se comunicaba muy bien, estaba en buen estado y al mes siguiente cuando regresamos nos dijeron que había fallecido, eso nos afectó muchísimo. Muchos adultos mayores albergados en estos asilos están completamente solos, algunos tienen familia pero no los visitan. Pero, por otro lado, en una oportunidad, también en San Lucas, había una anciana que vivía postrada en una cama y luego  de un tiempo en que la visitamos e interactuamos con ella, un día al llegar la encontramos sentada e incorporada departiendo y participando con el grupo, lo cual nos regocijó mucho. Los albergados ahora ya nos conocen y esperan, al inicio nos miraban “de reojo” pero  actualmente hay empatía y mucho cariño.
Amor sanador
Recientemente, una voluntaria nueva me contó que una de la señoras que visitamos le comentó que Pintando Sonrisas le había salvado la vida, que ella era mujer muy triste y hasta había pensado en el suicidio, sin embargo la ilusión de saber que los voluntarios de PS La visitan periódicamente, la escuchan, le dan tiempo y afecto, la hace muy feliz, creo que el impacto que generamos en ellos es muy positivo
En la pasada Navidad realizamos tres actividades en simultáneo con la presencia del Papa Noel en cada una, para beneplácito de los albergados. Posteriormente, muchos voluntarios que apoyan estos eventos comentaron las expresiones de felicidad de los adultos mayores, gozaron, rieron y fueron “visibles” en estas fechas tan significativas para todos.
Con respecto a cómo ser voluntario en Pintando Sonrisas, empezamos el voluntariado regular en febrero, pero en mayo iniciaremos el voluntariado profesional, mediante el cual los postulantes recibirán una capacitación de doce horas, durante tres sesiones, acerca de cómo tratar a los adultos mayores, desterrar estereotipos, prejuicios y expresiones peyorativas así como conocer el contenido de la Ley de la Persona Adulta Mayor (Ley n.° 30490) para luego trabajar con ellos en los asilos a los que acudimos.
Parece increíble, pero nosotros como voluntarios somos los beneficiados con tanto cariño que nos dan los adultos mayores que nos reciben en los asilos que visitamos, porque el amor con el que los tratamos propicia que conecten con nosotros, que surja la empatía. Asimismo, considero que esta es una oportunidad para reflexionar e invocar a que tratemos bien a nuestros adultos mayores, si tienen abuelitos cuídenlos, engríanlos, apapáchenlos porque puede ser que mañana ya no estén, no minimizarlos, descalificarlos o pensar que son una carga, hay que tener empatía porque ellos, más allá de su edad, son capaces de hacer muchas cosa, muchos tejen o hacen artesanías y las venden, entonces no son seres inútiles sino todo lo contrario.
Ciertamente, los adultos mayores constituyen un grupo vulnerable en nuestro país por el cual hay mucho por hacer, que si bien es cierto tienen un marco legal que los ampara, la realidad plasma una situación desventajosa para ellos. Sin embargo, seres humanos nobles y que buscan mejorar la calidad de vida de la sociedad construyendo, proponiendo soluciones, extendiendo una mano solidaria, y no destruyendo, dan vida en entidades como Pintando Sonrisas que exhibe avances interesantes pero que con el entusiasmo y la perseverancia que evidencian, buscan proveer de mejores condiciones de vida y alegría de cientos de “cabecitas blancas” quienes jubilosos esperan sus vistas. Toda acción y espacio es bueno para mejorar como sociedad.




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